En realidad es el Nou Racó de Can Barata, al lado del "Restaurante Can Barata", de tan alto postin que no saben lo que es un bocadillo.
Can Barata es el barrio. Uno, olvidado de Sant Cugat, que ha intentando hacerse independiente porque se ve que en la capital no les hacen ni caso. Can Barata se formó a partir de los años 60 y 70, con la construcción de huertos y cabañas particulares, que fue evolucionando en segundas residencias y finalmente en vivienda particular. Ahora es punto de paso obligado para tomar algo en las centenares de rutas senderistas o ciclistas que pasan por aqui.
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